Despedida, si es que acaso somos capaces

Ocaso en mi mirada,
Alma recogida, escondida, Ausente.
La luz se escapa de mis manos,
La incertidumbre toma forma en mi vereda,
Perdí el camino otra vez.

Afanosas manos me gobiernan,
De optimismo se disfrazan,
Fracasos recurrentes,
Las cimientes colapsan.

Hay noches como esta noche,
En que la oscuridad cubre los ojos del Alma, el tacto no se aferra a nada y el silencio de la vida tienta y llama.

Cobarde, embriagada,
Sin templanza, acobardada.
Bañadas en lágrimas inciertas
Vestido en la frustración de la añoranza.

Sin sentido en la vida,
Incógnita en la muerte.
Sin rima, ni métrica,
Construyo la despedida.