Etéreo
poema de Azucenas Blancas

No se detiene el tiempo cuando se ensaña,
en derramarte en mis entrañas. No se detiene,
no. Es el velo de tu voz inquebrantable,
me sacude, me invade, me carcome…
el sosiego de tu mirar es la calma,
que me calma, de tu rostro el temple
en que me pierdo, el pincel a mis labios,
cuando sonríes, cuando sonrío…
serán tus versos en la esfera del tiempo,
los que recite mis marchitos labios,
cuando sin querer tú me pienses,
cuando queriendo yo te extrañe…
Comentarios & Opiniones
Gran placer la lectura. Saludos Azucenas Blancas.
Preciosa obra, un placer, saludos, linda tarde.