Las manos de mi madre

poema de Laya

Son quienes me protegen siempre que lo necesito.
Que e van desgastando de tanto fregar el piso y lavar platos.
Que se van arrugando y ensuciando a medida que pasa el tiempo.
Que cambiaron mis pañales, secaron mis lágrimas y abrazaron incondicionalmente.
Que sufrieron cortadas, quemaduras y raspones, pero siempre estuvieron para socorrerme.
Me peinaron para las fotos de clases, me limpiaron y colocaron crema para no quemarme.
Son quienes me ayudaron para caminar, quienes me enseñaron a levantarme y a evitar tropezarme.
Quienes sanaron mis heridas y protegieron de otras.
Me dieron valentía sujetándome la mano cuando la aguja penetraba mi piel.
Quienes colorearon mi cielo de azul.
Quienes pintaron un arco iris en mis ojos.
Quienes tomaron fotografías de flores y las pegaron en mi mente.
Quienes decoraron mi cuarto según mis gustos.
Quienes me alimentaron sin pedir nada a cambio.
A ellas y a su dueña les debo la vida,
y se las daría sin pensarlo dos veces,
porque fuero ella quienes hicieron posible que viva.