Un libro que nunca escribimos

poema de Eme

Querida, una vez más apareciste. Tan inoportuna como siempre.
Cuando te esperaba y cuando no, cuando ponía un pie en el andén
y cuando dejaba pasar el último tren.
Sinceramente me cuesta entender, tal revuelo que causas.
Te fuiste hace un tiempo para no volver más, pero algo te trajo de nuevo.
Quizás tu búsqueda eterna de sentirte completa. De sentir que no es tu culpa.
Que estás exenta.
Bah, pero, ¿qué sentido tiene?
Una vuelta más, una vuelta menos.
Un poema que se escribe, uno que se borra,
uno que envío, uno que quemo,
uno que guardo y conservo como a un tesoro,
otro que deseo olvidar haber escrito.
Otro más.
Y se repite ese bucle, y nos encierra de nuevo.
Y vos ahí, y yo acá.
Vos tan radiante, yo tan apagado como un farol en pleno día
Yo tan brillante, y vos tan solitaria
Así, como si a la distancia fuéramos el complemento perfecto del otro.
Opuestos pero suplementarios.
Y qué rareza, compañera de hazañas, que nos encontremos en esta situación
- nuevamente -
Cuando creí que nuestro poema había terminado de escribirse.
Y acá, llegaste
Con una pluma en mano y un tintero cargado hasta el borde
Para escribir, quizá, un par de palabras
Y luego irte
Entre un huracán de páginas de un libro que nunca escribimos.

Comenta & Vota