TE MUERO

Qué sentido tiene la lectura en un llorar de brazos,
Le cuento que tras vivir veinte años me resulta insuficiente,
Es que no se puede con la vida, con tan poco al respirar,
Y no es consciente así quejarse, pero mejor que bien llorar.

Aparte de lo que el mundo necesita y carece para con sus semejantes,
Están de plano la gente que ya no está,
Lo innecesario parece, ser primordial y fugaz.

De cuando en nunca me detengo a pensar el porqué de este ahora,
Pero cuando vuelvo a ver mis pasos,
Las calles soleadas de muchachos,
Cuando cae de golpe la lluvia y humedece tristezas secas,
Es cuando no te preguntas si en verdad vale la pena.

El otro día entre hierba seca la estremecí en mis manos,
Y canto por canto les rebelé tu nombre,
Un amor que muere, al mismo tiempo que mi carne,
Para que volvamos a la misma tierra materia de universo uniforme.

Vuela conmigo en estaciones de constelaciones con figuras tontas,
Marquemos de entre las líneas una nueva ruta,
Y siendo cosmos los dos, para toda una eternidad que nunca hubo,
Se transforme, lo juro, me requiera para hacer canciones lúdicas.

Y más el cuerpo parece acabarse y la enfermedad te llama con cariño,
Cuando de ninguna manera puedes ser perdonado,
Aparte que has huido tanto tiempo y mereces una piedra en la espalda,
La sentencia absoluta y el pensamiento obturado.

Cuando llamamos a la puerta y hay una espera en casa,
Es la misma muerte quien te abre feliz,
Son tiernas manos que te acarician con ganas,
Cadáveres en unos años que besarán sus pies.

Y en ti y en mí, en sí de vivir podrías saciarte,
Porque para morir he venido contento,
No te cuento que la vida tenga un propósito,
Porque era una mentira para los débiles de espíritu.

De donde provienen los días pestes y grises,
¿Será de fauna de los mares? O, ¿De la energía de un volcán en erupción?
De donde sea que provenga es cautivo el instante y debería ser preso,
He aquí donde te espero,
Porque aquí soy el olvido.