SAN PEDRO EN ECUADOR; LA FIESTA QUE UNE A TODOS.

En Ecuador, país de Sudamérica una región pequeña en proporciones territoriales, pero con amplia variedad de paisajes, climas, gastronomía y tradiciones. En su pequeña pero modesta extensión territorial podemos encontrar cuatro regiones naturales, cada una con un clima especifico, de modo que en menos de un veinte y cuatro horas se puede experimentar, del frio de la cordillera andina, al cobijo de la selva tropical, la brisa del poderoso Océano Pacifico o el caluroso clima del archipiélago de Galápagos. Cada región conserva y practica milenarias tradiciones, tópicos autóctonos de cada grupo y asentamiento que en tiempos de antaño cultivaron los principios de las etnias e identidad de cada uno de sus pueblos.
La serranía ecuatoriana es una región muy caracterizada por esas prácticas, el mes de Julio de cada año es propicio para celebrar una de las cuantas festividades. En este mes, se festeja con algarabía las conocidas y esperadas fiestas de ´´San Pedro``; consiste en una peculiar pero muy importante celebración donde los pobladores, sacan a relucir ante la mirada de todos, su pasión por el país, la patria y sus costumbres. La vestimenta suele ser ya conocida: camisa blanca, pañuelos de colores alrededor del pecho y espalda, sombrero de cuero y por supuesto no podía faltar el inconfundible y conocido ´´zamarro`` el cual es una prenda que por actualidad es netamente utilizada en el baile, está elaborado de pieles y frondosos pelajes de alpacas, llamingos, chivos, y demás. Esta interesante prenda de gran pelaje se coloca en forma de pantalón y se abrocha con una correa que lo sostiene en la parte de la cintura, de este modo se recuerda a los grandes antepasados, hombres de valor, quienes utilizaban el zamarro en la vida cotidiana para aplacar el frío de los páramos lugar de refugio y su hogar, acompañados siempre de su pesado y abrigado poncho.
En la actualidad el zamarro es adornado con campanillas en sus costados, los bailarines colocan un sinnúmero de campanas de varios tamaños. Todo el mes de Julio es propicio para bailar en todo lugar donde se ofrezca, un grupo muy pequeño de bailarines empieza bailando con un danzar muy rudo y de gran esfuerzo físico, zapateos a gran velocidad en forma de trote, uno detrás de otro mientras en la parte posterior el que lleva el liderazgo, grita un rito con mucha vitalidad en la lengua nativa ´´quechua`` a la que todos los bailarines al oírlo deben pronunciar en coro la palabra ´´Jau`` con gran fuerza, en modo de aceptación a lo que el líder en forma de rito exclama a los vientos. El número de bailarines va ascendiendo progresivamente, el baile es más que una danza, se avanza a gran paso por todos los barrios, pueblos y parroquias. En cada localidad al oír los gritos y el suelo retumbando de las pisadas de los que ya llegan, cada obrero, cada agricultor, policía, ingeniero, joven, anciano, niño o bebé dando sus primeros pasos de la mano de su padre, salen presurosos de su casas con zamarro y pañuelos en mano, se los colocan de manera ágil y se suman rápidamente a la multitud, que de la forma mencionada en repetitivas veces va aumentando en forma escandalosa hasta formar grupos de cientos y cientos de danzantes en donde de la misma manera se baila al trote en forma lineal y al llegar a plazas o espacios grandes se forman grandes círculos simétricos en donde los que han tomado el mando de la multitud encienden el ritmo con instrumentos de viento andinos, quenas, dulzainas, en fin; de manera que al oído de los danzantes se transforma en el paso rítmico a llevar que con potencia estremecen la superficie de la plaza al ritmo de los gritos de júbilo y los sombreros en mano, alzando al cielo. El líder no se detiene si de gritar ritos se trata y los ya aglomerados danzantes contestan en quechua con una sola palabra mientras por otro lado las mujeres con agilidad reparten por cubetas la afamada ´´chicha de Jora`` una bebida también autóctona de Sudamérica en especial de la serranía y el oriente ecuatoriano, elaborada a base de maíz malteado, dicha bebida en la antigüedad se la consideraba sagrada, un manjar que era bebido por los incas en fiestas y ceremonias religiosas.
De este modo continua la celebración y la chicha de Jora es suplantada rápidamente por el poderoso ´´mishque`` otra bebida milenaria, extraída de los ´´pencos`` una planta que crece especialmente en zonas andinas, el néctar que habita en la base de la raíz de esta planta es un dulce manjar, el cual al tener varios meses de fermentación se convierte en un alcohol de características medicinales comprobadas impresionantes pocas veces apreciadas pero a la vez con una eficiencia muy acertada a la hora de embriagar a los danzantes. Es así como la fiesta, la tertulia, la unión del pueblo, nuestras costumbres y tradiciones forman parte del legado de los ancestros, el legado de varias generaciones, un legado maravilloso para todo ecuatoriano que perdura en cada fiesta y en cada momento, suprimiendo diferencias ya que al fin y al cabo de que sirve vivir en un mundo donde cada quien busca cuidar su ego y acariciar su orgullo. El amor es compartir, el vivir es disfrutar, todo lo que tenemos ahora es el legado de muchos; en nosotros vive todo aquello que quienes quedaron atrás quisieron volver a hacer al menos un día mas.

Comentarios & Opiniones

Rafael Abril

Excelente descripcion de costumbres
ancestrales.Un gusto leerle.
Bendiciones

Critica: