DE PUNTILLAS

poema de Ofly

Los nervios descalabrados
antes del seis de enero
donde esperar a los reyes
parecía algo eterno.
Todo estaba, punto en blanco
nada podía fallar
y los tres viejos señores
solo tendrán que llegar.
En todo el día, bien portado,
la carta, con buena letra
con dibujos coloridos
y peticiones modestas,
me tomó un buen rato
no ser un niño egoísta
y pensar en los demás
que también, esperan este día...
Sí hasta en un plato fino
con rebordes de puntilla
acomode tres galletas
junto a tres zanahorias
para que coman en la puerta
y se sientan bienvenidos.
Un gran cántaro de agua
y tres copas con ponche frío
les dejé sobre la mesa
a los camellos y señoritos.
Ahh, pero está vez, tendré en cuenta
esperarlos muy despierto
y no perderme su encuentro
por ningún motivo o treta
ya qué la curiosidad
vale más que ese camión,
la pelota o el trencito
que había anotado
en esa lista de chiquillos.
Mi madre, ese día,
se comportaba extraño
pues temprano cenamos
y me tuve que dar... ¡Un corto baño!
Yo no entendía ¿para qué?
ese apuro en dormir
sí temprano decidí
esperar a los tres reyes
y decirles que no olviden
pasar por otras regiones
que a pesar de estar en guerra
los soldados, duermen de noche.
Nunca lo pude entender
porque hay niños sin juguetes
aplicados en la escuela,
trabajando como burros;
otros, ni siquiera tienen
la cena de Nochebuena
y no reciben presentes
ni tan solo golosinas
un dulce, una caricia
un afectuoso presente;
solo pasan abrigados
con un rebozo viejo y frío
de papel o cartones arrugados,
bajo un portal sombrío
sin una estrella con brillo
y no cómo el de aquel niño
qué ha nacido en Belén
aunque, es pobre también
tuvo muchos visitantes
y nunca, ni por un instante
la pasó en su portal
pues, un buey y una mula
alguna sonrisa,
hubieron de sacar.
Por eso, deseó esperar
a los buenos Reyes Magos
para que mí tren amado,
mí pelota y mí camión
se lo lleven a otros niños
qué rían a todo pulmón,
sonrían de puro contento
cuando con ello jueguen
y puedan olvidar lo duro
que ha sido su vida entera,
tan siquiera un momento.
Yo, tranquilo estaré
soñando con esos niños
que felices han de ser
ante el presente recibido
porque sino, ¿para qué?
celebramos navidad
sino pensamos en ellos
que la pasan tan fatal
y hasta mi madre, entenderá
mis deseos de no dormir
cuando le cuente, el fin
de caminar en puntillas...
Y vea que no es por terco
y mucho menos travieso
por esperar a esos reyes
y explicarle los sucesos.
A lo mejor, un gran beso
me dará mi buena madre
y no llamará a mí padre
a corregir mí comportamiento
al contrario, esperaré
que ellos también, entiendan
con un abrazo de madre
y "orgulloso" de mí padre.
Les aseguro a todos,
será el regalo más grande
que llegaré a recibir
motivos de esta época,
cuando ella, él y yo
imaginemos los críos,
y a todo niño contento
con la sonrisa de aquel Niño
nacido en un portal,
¡lleno de regocijo!
Autora: Oneida Pérez "Ofly"
Blog Lacitos de Azúcar Poemas de Miel
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