Esclavo de tu Voz

Apenas me queda tiempo para poder entender
Aquel momento. Aquella tarde de sobresaltos
Llena de ideas teñidas en abstracto pensamiento
Como calma anterior del remolino remojado.
No era costumbre oír tanta palabra acolchada
Ni menos esperanzar el diluido sentimiento
Que irradiaba, gota a gota, un quebranto
De hojas manchadas con estrofas vulgares.

Quizás es tarde para decir, pasados los días
Que aquel corte continúa abrazando sollozos
Como lápiz inerte sobre universal borrasca,
Tal que acorde perdido indiferente de desprecio
¿Qué nos puede traer el sendero del recuerdo
Si no es más que memoria finamente tapizada?
Es que ahora que sigue amaneciendo un lunes
Despiadadamente no están las escritas palabras.

No es motivo de alegato, no agradecer la noche
Menos de solicitar un préstamo de cordura
¡Tanto camino, tanta Historia siendo anulada
Para sentir intacto ese vacío desangrado!
¿Era acaso mucho pedir una pizca de olvido?
Cicatrizaron impunes, esas ruinas en mis brazos.
Puede que la luna continúe su danza maniatada
Pero recuerdo que solo soy un esclavo de tu voz.