Con la Bahía de Fondo

Pues podría decir tanta barbaridad junta
Mas no es para nada posible ocultar al Sol
Por cada vez que avanza sobre estos bajos pastos
Cada vez que sonríe vivaz e inalterable
A través de la cálida primavera fría
O por sobre esta húmeda calidez del invierno
Retórica costera, su erosiva mirada
Condescendencia tímida, de sagaz palabra
Tejida de vientos teñidos de vil violeta:
Se escucha el tosco roce de la fina neblina
Bajo el murmuro de sus negros cabellos largos
Y sobre su figura de desierto florido

Pues he venido a este segundo de su tiempo
Para invitarla sin tener ninguna consciencia
Ni de tiempos, ni de procesos ni de distancias
Para así sentir la brisa de su frágil paso
Con el ritmo del perdido oleaje rompiente
Aquel salto ancestral de la danza temporal
La tétrica acrobacia enigmática lunar
Vestigio y armonía cordial del valle ausente

Pero sigo esclavo de aquella tímida euforia
Aquella tentación capital de vista ciega
Veré su deductivo nombre escrito en caprichos
Aireados de su tibio susurro: pequeña
He venido a decirle que no puedo callar
Y que ya van a ver la lejanía nostalgia
Expresiva de sus castos ojos de universo
Y la bondad de su melancólico semblante.