Ruiseñor

poema de Arturo guerra

Ruiseñor

Con un traje de charro y una voz que ilumina comienza la función, por unas horas nada existe solo una voz, los problemas se convierten en melodía para el corazón, con su sonrisa enamora y se me tatúa en la memoria, ya me urge volverla a ver.

Horas que fueron segundos, ni las nubes han cambiado de lugar, se termina la función y la voz se irá a otro lugar, el traje de Charro a otro lado llevará felicidad.

A un ruiseñor le he encargado seguirla para que al escucharla se aprenda su canción y al amanecer regrese a cantarla en mi balcón, al mismo ruiseñor le he pedido que le lleve un mensaje y que le susurre al oído solo un favor.

Canta, que con tu voz se alegró el corazón, Canta, hasta que ya no puedas más, después respira y comienza una vez más.

Canta más fuerte para que aunque a mil kilómetros este de ti, te pueda oír, Canta, que a mis problemas en melodía quiero convertir, Canta, hasta que el ruiseñor tenga celos de tu voz, Canta y sigue cantando hasta que la herida cierre y sonríe, para qué flores crezcan en tu almohada y te abracen al despertar.

La función termino, por este día la felicidad acabo, mañana comenzará de nuevo, a las tres de la tarde una voz hará soñar, los problemas desaparecerán y la herida comenzará a cerrar, su sonrisa evaporará la soledad.

Al cantar "convénceme" el mundo a sus pies tendrá, un ruiseñor celoso de su voz que ya no quiere oírla cantar, al llegar a mi balcón solo un favor más le pediré, ve y dile por favor :

Que Cante, que con su voz se alegró el corazón, que cante hasta que ya no pueda más, después respire y comience una vez más, que cante más fuerte para que hasta el Sol la pueda oír y que a mis problemas en melodía pueda convertir, que siga cantando para que el ruiseñor tenga celos de su voz y pueda huir,

Por favor canta y sigue cantando hasta que la herida cierre y sonríe para qué flores crezcan en tu almohada y te abracen al despertar.

Un ruiseñor celoso de una voz, donde se ha visto tal situación, una voz que sigue enamorando y cambiando heridas por amor.

Canta y sigue cantando por favor, que aunque yo ya no te vea, siempre recordaré a una mujer cantando "convénceme" que me alegro el corazón.