CARTA A MIS HORROCRUXES (ALANIS, AMY Y AOME)
¿Papá, morirías por nosotras?.
Me arrancaría el corazón si pudiera, pero, en un acto más valiente, viviré por ustedes.
Como puede un simple ser humano como yo, tener tan angelicales y celestiales criaturas.
Y no es exageración de un padre con ojos de amor, pero hay cosas milagrosas en ustedes que no explicarían los científicos, ni los teólogos.
Cada uno en el momento exacto y preciso de mi vida, cada una con la enseñanza justa, con la sonrisa precisa, con las miradas más hermosas y penetrantes del mundo entero.
Cada una con un carácter distinto, pero igual de fuertes, cada una defendiendo ideales a capa y espada, defendiendo que la luna es de queso y si por ustedes fuera irían al espacio con tal de solo demostrarlo.
Como pueden tan hermosas miradas, tener tan fuertes ideales.
Y es que de eso se trata precisamente, que la belleza no es sinónimo de debilidad, y por favor siempre demuestren al mundo que pueden con todo, por que cuando crean que el mundo está en contra, nunca están solas.
Si las derrumbaron, estaré ahí para darles una mano, o acostarme a su lado, si las ponen tristes, ahí estoy para escribir sobre sus tristezas y con algún chiste tonto hacerlas reír, si están lejos y se sientes solas, aquí tienen unos versos que recuerda que papá las ama, y no sé donde estén, pero si tengo que ir a pie, en bici, en bus, en avión o aprender a nadar para ir a verlas lo haré, que si las quieren apagar, aquí estoy yo para hacerles recordar quienes son ustedes y hacer que brillen como el sol de mi vida que siempre fueron, y en los momentos más tristes han sido luna y estrellas inspirando mis noches.
Por favor, les pido, nunca permitan, que un amor las apague, que alguien piense por ustedes, que se puede vivir feliz sin complacer a nadie, que nunca den el brazo a torcer, que si son guerreras, abogadas, médicos, artistas, o simplemente siempre quieren ser mi hijas sin hacer nada en casa, las amaré incondicionalmente.
Que siempre vuelvan a mis brazos para cargarlas, para hacerles cosquillas, para contarles cuentos, para cantarles, que ustedes llenan mi vida de una manera incalculable, que van a pasar 100 años más, y seguiré sin encontrarle el significado de esto que siento por ustedes, que podría esta noche escribir un sin fin de cosas, sobre el amor, el ser papá, entre otras cosas en las que solo divagaré y divagaré.
Ya que, aún no hay palabras suficientes para esto.
Siempre vuelvan a casa, siempre con papá, que las defenderé a capa y espada, gracias a ustedes soy fuerte.
-Padres e hijas, nunca dicen adiós.
Comentarios & Opiniones
Saludos. Su poema es un canto al amor incondicional de un padre. Refleja la inmensa admiración y entrega, transmitiendo fortaleza y ternura a través de cada palabra. Su sinceridad y profundidad conmueven profundamente. Felicitaciones.
Belleza total, todo el amor incondicional de un padre a sus hijas, a sus tesoros, dicho desde el corazón, con esas palabras que no dejan dudas al lector, hermoso sentimiento fiel, incodicional, único, especial, felicitaciones sinceras, un gusto Raí.