NUBES DE ALGODÓN

Me encuentro situada bajo un cúmulo de sueños inconclusos, sigo sin poder comprender cómo fue posible perderlos una cálida mañana de agosto.

Las nubes que contemplan mis ojos, han sido capaces de nublar mi visión de forma repentina, han sido días demasiado ajetreados, he caído más de tres veces, comprendo la necesidad de llorar de mi alma...

Esa quien hasta hace alguno meses albergaba dulces sueños de algodón, los cuales creo recordar me hacían sonreír de una manera descontrolada y apasionada.

La vida continua y de pronto ya no sé cómo continuar con ella, es como si solo construyera catillos de arena, los cuales han terminado por caer frente enormes soldados de plomo, que se conocen como palabras, palabras tan duras como hierro.

Me aferro aún a mantenerme de pie, pero estoy tan débil, que no puedo siquiera contener el mejor sueño de algodón que día a día suelo alimentar, intento no dudar y correr.

De manera casi insospechable paro, no siento el latir de mi corazón, no tengo sensación alguna, las bolsas de aquellos jeans están rotas, es inevitable evitar ver de que manera aquellos sueños de algodón han terminado deshaciéndose.

Estoy en la recta final, la carrera se terminó, el cielo me cubrió con una mágica constelación estelar, el frío me abraza más fuerte que nunca, la estrella que solía guiar a mi corazón se ha extinguido, no, no pregunten si quiera por equivocación si fui yo quien la apagó...

Por que en realidad la apagó, tan azúcar, tanta miel que puse para sazonar lo que algún día creí que era mi destino ideal, pero sin querer me tropecé con algo que se conoce como realidad...

Y fue ella quien me ha situado frente a una máquina, y me ha hecho comprender que en esta vida todo tiene una medida exacta, que en exceso todo es malo, pero sobre todo me hizo comprender que nadie destruyó ningún sueño de algodón...

Fue mi gula, mi ganas de corres y brincar sobre las nubes las que poco a poco hicieron que mis sueños se apagaran, se apagaron por mi poca fe y credibilidad en ellos.

Ahora bien, todo esta roto, todo se ha disipado, pero el viento a traído consigo un nuevo día, una esperanza de despertar a tiempo para dejar de soñar y atreverme a inventar todo aquello que sin querer se quedo atrapado sobre dulces nubes de algodón.