Perseguidor.
A través del ojo de una aguja,
En la habitación donde mi madre,
Solía coser.
Fue donde lo vi,
Donde se dejó ver,
Por primera vez.
Vestía ropas asimétricas,
Que no parecían combinar,
Con lo que bajo el manto se ocultaba.
Mas avanzaba y avanzaba,
Asustado me giré,
Sentí que me tocaba, entonces lloré.
Inundo cual torrente
De río descontrolado,
Mi dulce psique infantil.
Ahogo todo lo bueno,
Con su vil veneno,
Tiñendo todo de añil.
Grite desconsolado.
Solo veía dolor.
Infligido,
Provocado.
Aceptado,
Destructor.
El mundo se convirtió en un insecto,
Que carente de intelecto,
Hacía la llama voló.
Grité a la nada,
Que ahora me rodeaba,
Y solo la nada me oyó.
Sentí que moría.
Sentí que mataba.
Todo dolía igual.
Sentí que caía.
Sentí que quebraba,
Como un cisne de cristal.
Pero todo paro.
Al tiempo que ella volaba,
De la maquina en la que cosía,
Al suelo donde yo me encontraba.
El engranaje giro, justo cuando su abrazo llegaba.
Ya no caía ni quebraba, ella me salvó.
Nos hemos visto en muchas ocasiones.
Él sigue con el mismo manto oscuro.
Provocando las mismas sensaciones.
Yo sigo temblando,
Pero ya no vaciló.
Se lo que tengo que hacer.
Te venceré cincuenta veces.
Te venceré cien.
Te aplastaré,
Sin piedad.
Solo habrá una diferencia , te la recordaré:
A diferencia de ti, yo sí te abandonaré.





Comentarios & Opiniones
Perseguidor sueños fantasmales de la niñez tu texto es como un cuento de miedo que no termina. Me gustó tu texto Julio. Un saludo cordial
Nunca me dejan de sorprender tus poemas. Me encanto cada palabra, cada versos. Es increíble. Me gusto mucho. Saludos y todas las estrellas!
María del Rocío, me alegro de que los hayas visto así, era precisamente el estilo que quería darle, muchas gracias por tu tiempo.
Félix, a mi nunca dejan de halagarme tus comentarios jajaj, mil saludos y mil gracias.