°CONSUMACIÓN DEL LLANTO°

El fuego consume mis años,
las nubes arden, se torna el cielo raro,
relámpagos, aves, lluvias y rayos,
y todo está acabado,
no he llegado a la felicidad, sino a sus estragos.

Había caído en el abismo más profundo.
Y profané lo que más dolía sin saber por qué
sólo sé que se caía mi mundo y con heridas en la piel lo equilibré.

Mi cuerpo cada día está más acabado
por una ansiedad y hedor de mi sugestión,
de comenzar libre y terminar encarcelado
por tanta sangre, tanta combustión
y tanto alcohol en mi riñón.

De mi pecho y mis pulmones brota aire y algo de vida,
de mi mente sólo ideas y palabras desorganizadas,
de mi boca un temor ausente sin medida,
sin asombro y sin colores manteniendo presa a mi alma añejada.

Comienza lo nuevo y apenas termina lo que me terminó
y apenas siento tanto como una vez mi infancia sintió,
pues sé que mi cuerpo al haberme matado se arrepintió.