lamer la soledad

Para soldar las partes
muertas de la soledad atrofiada,
se empieza fornicando,
culminando en el ejercicio
inolvidable de la erección,
inhalar las puertas del solsticio
y dibujarse en el lamento
de la luz, lamer el
portón de la soledad
es besar un poema y
hallarse sin espacio,
sin contorno, pero seguro.
Lamer la soledad y estrellarse
en su objetividad aun vigente,
es encarar la poesía
del beso y partir del
navío con las hojas secas.

Comentarios & Opiniones

Pirata Miche

Gran placer leer tus grandes líneas, letras que conjuga la vida.
Saludos.

Critica: