Soñarte...

Hoy fue un día de aquellos…

Despierto y de repente tengo esa breve y extraña sensación de no estar donde creía encontrarme. Todo ha sido una ilusión. Pasados unos segundos, mis ojos lentamente comienzan a percibir la luz y los colores que me rodean... Sin embargo, más allá de querer entender lo que sucede a mi alrededor, mi mente se esfuerza por extender ese triste y adictivo placer del que me he privado, aunque sea por sólo unos instantes más. Es una lucha interna entre lo que es y lo que no es. Una batalla perdida.

Pasan los minutos y sigo ridículamente concentrándome en algo que jamás sucedió. Ella no está aquí. Insisto en convencerme de lo irreal, pero me vence la nostalgia y la decepción. Sólo mi esperanza es inmune al dolor de aquello que mis ojos se niegan a ver.

Y así es como cada detalle se pasea por mi mente: El color de su ropa, el movimiento de su cabello, las huellas de sus pies al caminar… Con cada segundo el recuerdo se va haciendo más y más borroso, y empiezo a llenar los huecos con aquello que quisiera haber encontrado en aquella dulce historia. Es la única forma de prolongar esta sensación, pero ahora todo es mucho menos perfecto.

Hoy fue un día de aquellos, en los que no pude pensar en nada más… En nadie más…

Sin hacer más que seguir inmerso en el sueño, perdido de manera inocente entre pensamientos inútiles, entre ideas que se pierden en un mar de incredulidad, imagino deseoso lo que sucedería si ella supiera que cuando cierro los ojos, al olvidarme de este mundo, al desprenderme de toda carga y de todo mal, en ese preciso instante en que sólo se encuentra un espacio vacío, ella siempre aparece y se convierte en todo para mí.

Y de la misma manera en que el deseo de seguir soñando se me queda impregnado tan estrechamente, también lo hacen esas ganas de convertir aquella imagen en la causa de mi insomnio. No hay nada que durante el día pueda distraerme de esta absurda obsesión.

¿Qué pasaría si ella supiera que pienso todo esto? ¿Qué tan irracional debe ser este mundo para que algo así pudiera suceder? ¿De verdad es algo inalcanzable?

Quizá es una idea absurda. Quizá algo así es imposible. Quizá, quizá, quizá…
…O quizá algún día ella encontrará el mensaje oculto en estas palabras.

Hoy fue un día de aquellos, en los que sólo pensé en ti.

Me pregunto si en algún momento descubrirás que te pienso, que ocupas un lugar en mi mente.
Me intriga saber qué parte podría ocupar yo de tu vida, y si algún día querrás pensar que te pienso, y así pensarte.
Me pregunto si llegará el momento en el que el sueño ya no lo sea más.

He vuelto a cerrar mis ojos. He vuelto a descansar.