disfrazado con un zapato para que mi pena no se asome

Escalabrado por la lluvia y hundido mis cayos en los charcos de la pálida ignorancia social caminaba con un pie desnudo y otro disfrazado con un zapato para que mi pena no se asome y si lo hace que sea solo media…

Dedos gigantes alcanzan primero los estribos del acorazado corcel que en distintos sentidos de mi patria no Juan el bautista si no Juan el santo pone en sus frentes letras que no dicen sus nombres si no sus destinos infringidos…

Pedazos de paz arremeten en pinchazos los ápices del alma que enjuagada en sufragios la enmascarada república promete más atraso a los hijos de Gaitán y Roa que muertos el mismo día no por la violencia si no por la democracia podrida…

Seguimos embutidos con un sombrero, una corbata y un saco embarazados de hedor por la ignominia mientras arrastramos nuestras rodillas en rotulas partidas marcando nuestro camino como caracoles en las playas del mar Tunjuelito…

Inopia te amo en afán de no saber el camino que en frete de mi lengua veo tan lánguido su atajo y ligeros sus abismos, corran mis suspiros por el alcantarillado fungido de reformas al aborto y al suicidio de la avenencia…

Mil días y un poco más de una eternidad los muertos de este país vagamundearan con las tripas llenas pero con el corazón estúpido iletrado y ciego por los soplos del sicario…

Mi cuerpo muerto hastiado esta de tanta sepultura de injusticia que con sus panderos calientes el parlamento desova en los estrados sus viciadas promesas…

Oh! que locura desprestigiar al que engaña si burlado estoy también, la dama patria desnaturalizada es como la luna llena que cuelga su hielo en las cabezas de los locos…

Se olvidan como esos maniáticos dejaron sus 500 gramos en vientre de una Eva sin llanto si quiera para denunciar el abuso a su dignidad frígida y alcoholizada de dolor…

Juan el lazarillo