Entre ciudades

Entre ciudades que en turnos nos aspiran evaporando las distancias
de la luz que solo me tolera, a lo lejos de la tierra que me abraza.
Perfora la piedra mi alma
y se sumerge en la niebla de su explosión
se hunde mi pecho desde el suelo del bosque
y se elevan los pájaros de mi resurrección.

Hay del silencio torpe que ahuyenta las almas
que en sus cuerpos se ocupan de martillar los puentes
de contraer ruedas y caer al final
hay de la suavidad que embrutece la alegría
puesto que de mis cenizas beben mis saltos
guardando rastros como talismanes
mapas como cortes de fuego petrificados en cada linea.

Las palabras torturadas del silencio
hay... pobre ser que no siente y se adormece
y se ancla en su orilla de agua estancada pero clara como una nube.

Boleto al sur, conseguido en la última lucha
mi alma quebrara el cristal de su córnea para volver a la tierra.

Pobre de la bruma mal hecha llena de agujeros que dejan pasar la vista
el otro lado de lo entendible es un imposible cercano.
Pobres pies desmarcados del horizonte en sus macetas y condominios
seguimos aquí marchando por la vereda que rodea el camino
aun mas lejos de lo que se puede estar.