La pieza justa
No habita en mi el recelo del ayer,
ni permito anidar en mi memoria
los besos del mañana,
pues se que no me dejarán ser...
acercándome a ti en una visión lejana.
Pero quema entender más que nunca
que tus besos se arrinconan
en los labios de la necesidad,
triste pero certera verdad.
No asumo ser la mejor o peor pieza
del mercado de pulgas que es el mundo,
pero soy esa que encaja justo
en el plan de tu vida sin rumbo.
Y aquí estoy yo,
y me dicen que allí estás tu,
ni lejos ni a la mano,
ni contentos ni enojados.
Mientras a la espera se hace fuerte,
la siguiente e inevitable movida.
¿Retirarme o quedar pegado?
jugarme al todo o nada,
despertar solo
o a tu lado en la mañana.
Entre la pared y la espada,
así estoy y allí voy.
Esperando no quedar cruzado,
y de asi serlo
ya habré hecho mi movida
y le tocara a la espada del amor,
empuñada por tu mano,
darme la última estocada.