Noches eternas

poema de Juan Diego

Suena la campana de medianoche
La mesa está llena de botellas medio vacías

En los bordes se deslizan cigarrillos muertos

Los vasos llenos decoran la mesa

Entre sus miradas y sus sonrisas me siento tranquilo

Mi mente se esfuerza por grabar este momento

Quiero recordarlo en la eternidad

Congelar cada una de sus acciones y guardármelas para mí

Entre gritos y risas quiero fundirme y perderme

Cada uno de sus rostros es para mí fuente de alegría

Aquí no hay espacio para la oscuridad

Alrededor de la mesa se respira aire de entusiasmo

Nosotros tenemos un lenguaje propio

Nuestra afección toma la forma de frases como

¡Pásame un cigarrillo! o ¡Llénate ese vaso que está vacío!

Cuando el mundo se acabe y me quede un último deseo

Volveré a esa mesa con esa gente

Y soñaré que vivo eternamente esas noches de colores