¿Qué pasa?

Paseaba mi vejez
mañana de domingo
por las brisas del alba.
Sobre poyos de piedra,
los jóvenes dormitaban.

A sus pies, el motivo y la causa
del sueño que les embargaba:
whisky, ron, ginebra vodka...
y otras variadas bebidas
que con ellas mezclaban.

Basura por doquier tirada
cumplida la misión ajudicada.
Seguí paseando al alba,
sin volver la mirada.

Paseaba la angustia y el dolor,
por ver gentes,
en la flor de la vida,
que sus vidas malgataban.

Me pregunté de todo:
¿cuál sería la causa?
La primera pregunta,
enseguida se abalanza:

¿ Qué hemos hecho mal ?
¿ Por qué la abulia?
¿ Por qué la desesperanza
de esta nueva juventud
a la que se le auguraba éxitos
si sus codos hincaba?

¿ Qué hemos hecho mal?
La pregunta resonaba.
¿ Por qué la juventud
se siente engañada,
desilusionada, ¿por qué ?
Si es la mejor preparada,
¿qué es lo que falla ?

¿ Son los programas
que se aplican?
¿ Es la política
de quien manda?
¿Hay explotación, usura,
en los magnates de España?

¿ Qué falla? ¡Qué nos pasa?
Que se mueren los padres
y dejan jovenes maduros
sin oficio ni beneficio,
huérfanos en las casas.

¿ Qué pasa, qué pasa...
para que los jóvenes en su abulia,
en su desesperanza, ahoguen
sus ilusiones con botellas,
en las calles, en las plazas.?

¿ Qué nos pasa ?
¿ Habrá que suprimir las máquinas
que tantos puestos arrasan?
¿ Habrá que reducir las jornadas,
y hacer seis turnos al día
si ahora tres se hacen en las fábricas?
¿Qué nos pasa,qué nos pasa...?

Yo, pobre viejo, mi paseo terminaba
cuando se moría el alba.
A mi casa llegué
sin encontrar respuesta
a tantas cuestiones como
mi intrépida mente me formulaba.

Sin poderlo remediar,
una y otra vez, en mis oidos
las preguntas resonaban:
A España, a sus gentes,
¿ Qué les pasa, qué les pasa...?