OLVIDADOS
poema de Juan Antonio Conde Castro
Iluminaste con tu sol fulgente,
las oscuras estancias de mi alma.
Fuiste aceptada: con amor con calma,
fontana de luz que fluyes en mi mente.
No quieres la presencia de la gente
que no vive entregada tras su salma,
porque lleva aparejada la enjalma
que impide disfrutar de tu banquete.
Vengan a tí los invidentes, ciegos,
que les dones la luz que necesitan
y gocen del color y de la vida.
No les niegues los días veraniegos
que vivir con soltura les permitan
olvidados del día de partida.
Comentarios & Opiniones
Hola.
Una obra que hace rememorar una que publiqué hace buen tiempo en Poematrix:
POR DÓNDE MIRAN LOS MUERTOS.
Cordial saludo y hasta nueva obra.