HOY NO

Cada día, desde la pasada primavera,
te he visto acudir fiel y puntual,
a esta terraza a la hora del vermú,
con tu libro, tus gafas y tu perro.

Pero hoy..., hoy no lo has hecho.
No, hoy no has venido.
Tu velador, ha quedado
como panteón vacío, esperándote.
Solo se ha quedado, a la sombra
del cedro que lo acoge.

No, hoy no ha venido
tu escultura andante,
que a las miradas se expone,
con su rostro inefable,
tras las oscuras lentes ,
que ocultan la profunda sima de tu mirada.

No, hoy no has venido,
ni tu pequeño can descansa acurrucado
sobre el grato calor de tu regazo
donde yo quisiera reposar.

No, hoy no has venido.
No contemplaré tu imagen
centrada en tus lecturas,
entre pausados sorbos de vermú,
ni las notas tomadas al vuelo,
de los textos que lees o estudias.

No, hoy no has venido.
La terraza ha quedado
huérfana de tu belleza.

Hoy no tengo donde fijar
la mirada inquisidora,
ni elucubrar apasionados sueños
en secretas estancias amatorias.

Son las catorce horas,
y nadie podrá contemplar embelesado,
el indefinible contoneo de tus caderas,
ni tu reverencial despedida,
que sabes seductora, adornada de sonrisas.

No, hoy no has venido
a tu hora, a tu tiempo,
como tantos días pasados;
con tu perro, tus lentes,
tu libro, tus notas y tus caricias,
para cumplir con el rito habitual .

Me has llegado tan tarde,
tan a deshora, que no sé
si quedarme a solas con tu recuerdo,
o arrebatarte la aurora que te adorna.
Pero... No, hoy no.