GUADALQUIVIR

Quién como tú pudiera,
ser fragancia, soto y trino,
despertar cada mañana
con tus fragancias de río.

Quién como tú pudiera,
ser espejo, torre y puente,
mirarse siempre el ombligo
admirado por la gente.

Quién como tú pudiera,
ser sueño, historia y pasado,
molino que me moliera,
el trigo que me han negado.

Quién como tú pudiera,
ser siempre el mismo y distinto,
ser caballo desbocado,
o dulce amante rendido.

Quién como tú pudiera
mostrarse en el mismo lado,
unas veces muy querido,
otras menos, rechazado.

Porque Guadalquivir, tienes,
algo que no se me ha dado:
constante fuerza y vigor
que los años me han quitado.

Quién como tú pudiera,
vivir por siglos y años,
con el mismo discurrir:
dulce y manso muchas veces,
pocas, cual caballo desbocado.

Quién como tú pudiera,
seguir historias contando,
por las orillas de pueblos
que como tú van soñando
con entregar a la mar
el fruto de lo sembrado.

Quién como tú pudiera,
ser esclavo y amo
de los días que te miran
como árbol en el remanso.

Comentarios & Opiniones

ÁNGEL MENDUIÑA IRIBARREN

Magnífico homenaje al rio, en este caso el Guadalquivir, testigo de tanta y de tantas historias. Decía Jorge Manrique que la vida es como los ríos que van a parar al mar, que es el morir, pero fíjate que el mar es precisamente pura vida,

Critica: 
ÁNGEL MENDUIÑA IRIBARREN

el origen de todo. ¿Será así la muerte; volver al inicio de todo? Todo un misterio. Un fuerte abrazo, amigo Juan Antonio.

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Hola, Estimado Ángel Menduiña!: Gracias por tu visita, y como no, por tu comentario. Pienso como tú, es un misterio. Pero pudiera ser que la muerte no sea un acaba, sino un nuevo comenzar. Puesto que somos energía concentrada, la muerte no ha de ser

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Sino la transformación e integración en otras concentraciones energéticas, orgánicas o inorgánicas. Por esta razón muchos creen en la reencarnación. La esencia del ser es el alma, que como el agua cambia su estado merced a la energía y puede ser:

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

mar, nube lluvia, hielo o río. Pero sigue ahí como algo esencial, lo mismo pienso que le pasa al ser esencia de la persona, cambia su estado, pero siempre estarán ahí en forma que sea. Es la llamada inmortalidad. Feliz sábado! Un fuerte abrazo.

Critica: