CAMINO DE LA GASEOSA

Este camino ni es camino ni es nada
tan sòlo una sucesiòn de cadàveres exquisitos
uno detràs de otro;
una deliciosa senda de polvo gris y pizarra,
bordeada por balates y escoria;
un camino que no conduce màs que a recuerdos
engarzados en el marco de un espejo;
un camino que ni es camino ni es nada,
tan sòlo una llaga en el corazòn del sueño
lleno de heridas;
una desolada exaltaciòn de la distancia
en el quicio de todas las madrugadas;
una senda estremecida por los años
que corro en aventura;
un camino que ni es camino ni es nada,
casi una perpetua sucesiòn de difuntos
en el càliz de una tarde sin fin;
una planicie de hielo y sangre por el confìn,
amargo, de la muerte;
un rosal envejeciendo en la mirada del quejido;
un camino que ni es camino ni es nada,
fundièndose en al espuma, inerte,
de todas las acequias,
devorando la plenitud de todos
los cometas en el cielo absurdo de los años,
un efervescente chirrido en el corazòn,
indòmito de unos labios;
un camino que ni es camino ni es nada,
tan sòlo un vòmito, negro,
de unos años que creì mìos, y ahora,
no son de nadie y a nadie importan;
una declaraciòn de principios, un documento
donde afirmo, sin reproche ni acedìa,
que este camino ni es camino ni es nada.