Tristeza Hereditaria
poema de Juan Oriental
La casa sigue triste.
Su corazón de péndulo
impávido mantiene
a raya el gran silencio.
Y las cosas, las cosas
resguardando secretos,
se reaniman algunas
al toque de un reflejo.
Yo me fui lejos, mucho,
influido de ésto
y en nocturna conducta
ostenté tal misterio.
Mas la casa, el destino,
hoy me acogen escéptico
en su mansa belleza
de lo triste y sincero.
He venido a quitarme
mis quimeras y cuerpo,
a ser otro tan solo
de los que aquí presiento.
Humilde, seré otro
de los que me quisieron;
rendiré a su caricia
mi leal sentimiento.
Y me mixturaré
como dogma o desecho
con lo noble y juicioso
de lo imperecedero.
Comentarios & Opiniones
Bello versar mi querido Juan, me complace leerte de nuevo. Besos con cariño. Un abrazo fuerte.
hermosos versar mi poeta, es un gusto leerte, saludos.