Vuela alto colibrí
Tu corto vuelo terminó de improviso, a destiempo, cuando apenas empezaba…
Tus alitas rotas ya no anunciarán al colibrí en pos de su néctar favorito, ni el arcoiris de tu plumaje engalanará el jardín…
Los mangos maduros van a extrañar tu asidua visita, y tu triste y compungida nonita seguirá por siempre llamando tu nombre, y esperándote en el portón…
No veremos ya tus papagayos ondear en el aire, impulsados por la matinal brisa marina, ni tu inocente y despreocupada carrera calle abajo, con tus sueños de niño a cuestas y tu despreocupada y contagiosa alegría a flor de piel…
Vuela alto colibrí, alegra con tu trino sinigual el jardín celestial, que tus vívidos colores sean enseña de inocencia, de pureza y santidad…
Sólo queda resignarnos a saber que fue un llamado, una razón misteriosa de nuestro padre hacedor, que te llevo a conocer en prematuro y aparatoso viaje la eternidad…
Brilla y canta, corre mucho; baila tus trompos, tus zarandas, vuela alto ese volador imposible, barrilete multicolor. Dejaste un dulce recuerdo entre propios y extraños mi niño, tu misión terrena está cumplida y lo celebramos.
JR
Porlamar
03.5.20
Comentarios & Opiniones
Muy triste y hermosísima prosa, Gori....tengo el gusto de leerte por vez primera, y me ha gustado mucho tu inspiración en esta dulce historia, que me temo es de la vida real. Un saludo sincero. Ingrid Zetterberg
Wow!!! Que maravilloso y triste a la vez,cuanto amor para ese magnífico colibrí que de seguro toma si almíbar de gloriosas floresta! Me encanta un abrazo