Mirada indiferente

Ayer te vi pasar como todas las tardes,
y noté en tu mirada un dejo indiferente,
y mi corazón noble que fácil se reciente,
sufrió lo indecible con esos…, tus alardes.

Si ayer cuando pasaste, decidiste ignorarme,
después de acostumbrarme a tus dulces miradas,
encendidas de ardor, tiernas y enamoradas,
no sería sensato que insista en conquistarme.

Es algo tan común, que en algunas parejas
que siempre coquetean, se den las situaciones,
donde un falso desliz enrede las madejas.

Espero que otra tarde me llenes de emociones,
volviendo tu a mirarme sin fruncirme las cejas,
y así reconciliar a nuestros corazones.