Desatinos

Del desorden dícese la anarquía,
y del placer dícese ser pecado,
esas bocas concientes que han hablado
cada una su defecto bendecía.

De la razón dícese mayoría,
del poder se confunde su enunciado,
y esas mentes que lo han examinado
no distinguen en ello anomalía.

Del farsante se premia su pureza,
su palmito aparenta cortesía.
Se exalta del trilero su destreza,

del honrado se oculta su valía,
ya no admite este mundo la limpieza,
se baña la prosapia en porquería.

28/6/14 j.ll.folch
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