Sol del invierno

Eres tú el sol del invierno,
¡Cálida y tierna!
Tienes la capacidad de volver hacer brillar mi existencia.
Con tu dulzura el invierno se envuelve en la penumbra,
es tu luz divina la que cubre las tinieblas,
y con tu destello me elevas al cielo.

El vacío eterno que llenaba mi vida de sufrimiento,
murió aquel día que en tu mirada vi un mundo nuevo,
porque solo con verte el cielo está presente.
¡Cálida y tierna!
tu mirada ilumina las estrellas que habitan en mi existencia,
y simplemente tú,
mi preciado sol del invierno,
cautivas mis sentidos con un solo suspiro.

Cuando veo tu mirada reflejada entre mis ojos,
la simpleza de mi sonrisa aparece en mis labios.
¡Cálida y tierna!
La vida es así cuando te tengo cerquita a mí.
Eres tú el sol del invierno,
La flor que nace entre el frío y el calor.
¡Tu voz!
Es una simple bendición para mi corazón.