Bajo la lluvia.

Como la lluvia que cae en verano,
cuyo propósito no hay que comprender,
pero que forma parte
del juego que todos jugamos.

En el ciclo de la vida,
siguiendo su curso constante,
en un vaivén eterno
desde tiempos ancestrales.

Sobrevivir tormentas, montañas rusas,
bajadas rocosas, desafíos y obstáculos.

Abrazar cada aliento,
cada día, cada paso,
cada avance,

hace del vivir
un auténtico arte.

Mientras la danza infinita
del universo
sigue su propio flujo:
una chispa se apaga,
otra nace.

Y así, cuando llegue mi turno,
como la lluvia que simplemente cae,
me iré con los deberes
bien cumplidos.

Que sigan los vivos
con fuerza, tesón y empuje,
porque de eso
va este arte.