Renacer del placer

poema de Galan

Miradas inquietas susurrando
un te quiero sincero,
con un paseo por la playa
y la luna como testigo,
del florecer de los cerezos,
en unos adolescentes,
que están practicando
una envidiable dieta caníbal.

Así fue como las chispas
dieron luz a un
corazón gélido y desértico.

Las estrellas reflejaban
la alegría en sus mejillas,
se notaba como el olimpo
vitoreaba la puntería
de un cupido,
cansado de ver veladas taciturnas.

Sus manos eran la belleza
de una escultura de Bernini,
en unas piernas
que lloraban de nostalgia.

La arena fría solo humedeciá
el calor de unas lenguas
jugando a vestirse de seda.

Tal felicidad había en el lugar,
que un abrazo fue más aclarativo
que cualquier canción de amor de Neruda.

Las miradas nunca habian
sido mas poéticas que en su rostro.

Una serie de caricias
hicieron eco en la olas,
la respiración de la pareja
subía como la espuma,
y la oscuridad hacia
de sábanas en la orilla.

Se notaba la mella
del pasado en su asustada voz,
voz culpable de sonrisas
anhelantes de un futuro inexacto.

El caminar por la orilla
mientras ella encendía un cigarro,
fue el reconocimiento
de que las personas cambian,
y que la magia existe.

El poeta imbecil como nadie,
buscaba versos que versar,
mientras un mordisco
calentaba por abajo,
se dio cuenta
de que la poesía
en ella es el consuelo del huerfano,
que mucho quiere y nada tiene.

Comentarios & Opiniones

María del Rocío

Excelente pluma!

Critica: