La hormiga y la Luna

La hormiga, pequeña y enamorada
ilusionada y apasionada
levantaba sus patitas
queriendo alcanzar a ese astro bello
que la distancia le impedía abrazar
todas las noches le suplicaba:

¡Mi querida Luna, bella como ninguna!
¡Déjame a tu lado estar!
¡Yo aunque pequeño te puedo enamorar!
¡Cuidar tu brillo hermoso me hace suspirar!
Eres mi anhelo mas deseado
¡Déjate amar!
Preciosa mía...¡Mira entre el pasto!
¡Ahí me encontraras!
¡Fiel esclavo tuyo!¡Ante tu
belleza me vengo a postrar!
¡Te ruego me concedas a tu
lado en las noches estar!
¡Mi amada y bella luna
te amo de verdad!
Tatuame a tu lado porque ¡ahí
contigo deseo mi vida pasar!
Te juro mi hermosa brillante
que si me escoges no te arrepentirás

Noche a noche suplico pero
la luna no lo observó
Pequeño entre el césped siempre la amo
nunca tuvo alas...nunca mas creció
Sus patitas a ella siempre levanto
Pero la luna nunca lo miro.

En su ultimo aliento le fue a exclamar:
Fue hermoso soñar que te podía alcanzar...
y que aunque insignificante te podía amar,
invisible y en la distancia
he venido a presenciar el ultimo
brillo de la noche que tu
mi hermosa luna reflejaras...

Sentado espero...una sonrisa apareció
su corazón se alegro
el brillo contemplo.
Lagrimas brotaron... la noche termino
su sonrisa se borro, su corazón se apago
y su vida como la llama de una vela
con la luz del día se apago.