Baile prohibido

Someto a vergüenza tu movimiento
someto al pudor tu desnudo
a lo que estés sintiendo
que se hielen tus carnes
mientras bailas
y que se encorve tu espalda
para ocultar tu pecho
que baje, santa,
como agua helada, la condena
y te vuelvas piedra en calma
dura y prudente
y así seas guardada