.verde

Arden mis pupilas cuando hablo de ello,
tono enrojecido más que enfurecido,
párpados caídos y sonido envolvente,
en pocos segundos te hace sentir diferente.

Denso a la par que mudo,
arde un elemento puro,
cuidado si es muy duro,
te puede dejar nulo.

No hay nada que temer,
el efecto se combate con dulce,
por si de repente entras en bucle,
el mejor consejo es agua beber.

Mi mente absurda a la par que compleja,
se ramifica cual raíces de árbol,
salto de una idea tras otra a lo más alto,
y por si me pierdo me ayudo de moraleja.

Tengo prohibido rendirme o darme por satisfecho,
tengo claro el camino con objetivos varios,
se detenerme y cruzar la delgada línea,
de la creatividad obsesiva.

Vaporizo mis sueños y los trasformo,
en aquella masa de ideas que cosecho.
Para que al poco tiempo vaya recogiendo,
el fruto de mi pasión.

Volver, es reiniciar una parte de tu vida.
Padecer, es olvidarse de la importancia de la risa.
Crecer, forma parte de esa delgada línea
como triunfar es ver el detalle de las pequeñas fechorías.

Mientras tanto apoyo esa conducta,
con responsabilidad y sosiego,
que como cualquier vicio
te puede dejar a cero.

Javier Pineda,