.stoptime

poema de Javier Pineda

El mundo no ha parado de dar vueltas los últimos años,
me preocupan seriamente las redes sociales y su daño,
también su desengaño, los desnudos robados;
A chicas sin amor propio que venden su cuerpo cual rebaño.

Los pagos por “followers” para alimentar los egos,
la lucha por un like para sentir-se los más fieros.
Y no es raro, que el adolescente quiera ser “YouTuber”
si jugando acumulan más seguidores que en los teatros.

Me sorprende la ignorancia
y la incoherencia de las sociedades,
que para conducir y drogarse se equiparan las edades.

No me lo creo,
las estadísticas no son reales,
yo también he sido adolescente borracho demostrando lo que vales.

Ensordece mi esencia la música actual y la forma de ver el arte
Creo que soy capaz, muy a mi pesar de poder aceptarlo y aprender sin tener que limitarme.

Será mejor pensar que el camino llegará, pero la presión social
limita el conocimiento de uno mismo,
es tan necesario, tan obvio, avanzar sin escuchar los comentarios.

La escritura como terapia para sacar a los demonios,
un trago de ron para quemar un episodio.
Una lagrima derramada sin controlar el modo,
la mirada perdida de las personas a las que adoro.

Crisis existencial te quería saludar desde el otro lado del puente.
Quería empatizar con los que no han llegado ya,
aquellos que no pueden avanzar
limitados por su mente.

Me expongo diariamente a situaciones que me enseñan,
paso las páginas y me quedo con la reseña,
leo libros de auto ayuda que ya no me sirven.
He creado mi propio molde adaptado a mi mundo sensible.

No le apoyaron y el creyó en su proyecto,
cuando lo logró ganó el respeto.
Fue tardío la aprobación de los ineptos,
ahora el solo vive sin pensar en el resto.

Una respiración humeda me recuerda de donde vengo
Sentarme en el borde de la cama y contar un dulce cuento
La sonrisa inocente que me llena,
sigo formando parte de la colmena.

Rodeado de gente y me siento solo,
ahuyento el sonido de la música y me concentro,
tocándome la perilla me quedo absorto, viendo bailar al resto.

No oigo música sino desesperación.
No veo gente sino supervivientes.

Actor en formación queriendo plasmar la realidad
quizás hable el artista egoísta que quiere destacar.
Que daga o espada tengo que empuñar,
para empezar el camino y dejar de analizar.

Sentado postrado viendo la vida pasar
se me acumulan las ganas de volar.
Decidir, partir, salir, reaccionar, sentir, vivir,
crear un núcleo de confianza para poder reír.

Alzar las manos y empezar a repartir,
todo el amor que hay en ti.

Javier Pineda,

Comentarios & Opiniones

JUAN CARLOS CADENA

Hermoso poema Javier, reflexiones intensas, verdades bien dichas. Ojalá puedas seguir escribiendo, me gustaría continuar leyendo tu obra. Saludos amigo, muchas estrellas para ti.

Critica: