.pálpitos

poema de Javier Pineda

Cabizbajo y pensativo, desordenado y enfurecido;
razonable, impredecible, comparativo.

Es la pasión la que me saca la voz
o la vida la que me deja sin razón...
Tengo tantas preguntas sin respuesta,
tantos horizontes sin reglas,
tantas historias incompletas.

No se ni como ni porque sentí un latido
un pálpito enfurecido, irracional, oscurecido.
Me dijo salta rápido no tengas miedo,
la paz esta ahí dentro, justo después del filo.

Y salte.

Nunca tuve vertido por eso no falle, me hizo ser quien soy.
Nada bueno ni mejor que el resto,
una energía que me impulsa a un espacio
en el que solo estoy yo.

Me encanta la guitarra cuando se puntea
un amigo cuando no falla y presta atención.
Una lágrima bien traída y palmada en la espalda,
un apretón de manos y buena contestación.

Pobres débiles de espíritu pegan para ser fuertes
escondidos tras la muerte.
La pobre mujer esquivando indiferencias
se ha ganado el cielo a base de paciencia.

No levantaría la mano a una mujer por nada en el mundo
no me acostaría con una mujer forzada, es un NO rotundo.
Prestaría dos monedas a un vagabundo para seguir su rumbo.
Mi vida es un porvenir de obstáculos y tumbos.

Nada es igual desde que descubrí el arte
para mi ya no existe nada mas importante,
celebro cada día como un folio en blanco
y apuesto por al amor sin esperar nada a cambio.

Todo esto suena a panacea.
Esta es la forma en la que decidí vivir.
Vive tu vida como sepas o como sea;

-teniendo claro que ya eres feliz-

Javier Pineda,