.déjaloir

poema de Javier Pineda

No encuentro coincidencia entre las palabras que salen tu boca y mi decencia.
Vivimos en distinto ecosistema de ideas.

Y llegados a este punto, donde me escondo en la parte más oscura,
para observarte desde un angulo aprendido y evolucionado.
Analizo los destellos de tu sonrisa, las arrugas de tu frente
cuando algo te da risa, una mirada perdida.
Y de que sirve, si cualquier gesto que yo haga no reluce.

Si tu prisma observa figuras circulares y yo soy una figura octaédrica.

Soy una sombra en frente de ti, un mosquito que matas para no
ser molestada, una mota de polvo que vuela por tu habitación,
una flor en un jarrón, ya deshidratada.

Estas frases suenan a derrota, pero no van por ahí los tiros.
Sino de la impotencia de ser el cazador cazado,
la manzana del pack que desechaste,
la palabra tabú que no pronunciaste,
o los momentos que no disfrutaste.

Me dejaste ir.

Y todo sigue su curso.
Escribo estas líneas para lanzar las penas como globos de helio al cielo,
y no sentir ningún luto.

Para que el suspiro tardío sea, amplio y profundo.
Porque se que no hice nada malo.

Más que jugar al juego de los adultos.
El de apostemos por la reina sacrificando el peón,
veamos quien sale mejor parado después de la "relación".

Con media sonrisa y media mueca de disgusto, miro
ese primer poema, donde deposite tanto cariño
que este se muere de envidia.

Fue un cruce sin señalizar, un choque repentino,
cuando te cobraste tu parte, desapareciste del camino.
Dejemos que cada animal siga su instinto, aunque sea distinto
al que yo desearía.

Todos huimos a veces del dolor, aunque eso sea ir en contra de la vida.

Sigue tus pasos sin rumbo, sin velas ni aliento, mientras yo te sigo
pensando ya lejos de este discurso.

Javier Pineda,
Copyright©2017

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Excelente Javier. Saludo.

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