.ausencia

poema de Javier Pineda

Ausencia

El es más de camiseta que de camisa, camina como trompeta desafinada.
Aquella tarde se volvió a pedir un combinado y otro más y vuelta a empezar, codos postrados en la barra, chasquea los últimos hielos.
Divagaba por una de las calles de su pueblo y un cartel luminoso y extravagante le hizo detenerse. Entro.
Ella bailaba dulce a la vez que desaliñada, pelo negro como cascada. Salió de aquel bar.
Un nuevo amanecer aconteció, las cortinas echadas y un despertador pospuesto, café caliente y un cigarro en el balcón.
En el viejo bar se sentía extraño, pago la ultima copa y lo abandono.
Saltó de la cama, tostada perfecta y un buen café.
Horas largas. Camisa nueva. Y volvió.
La Música alta, local lleno, hombres bebiendo sin freno.
Y se atrevió. Se levanto de su silla, con pasos temerosos.
El: - Déjalo ya, no vale más la pena.
Ella suspiro y sin apenas mirarle, le dijo:
- Déjame papa.