.amor

poema de Javier Pineda

Estuve muchos años en su regazo,
ella me enseñaba a mejorar.
Fui el tercero de sus hijos
y aún así muchísimo amor me supo dar.

Aquella que entiende cualquier adversidad.
Nunca me castigó.
Así forjo lazos de confianza
hacia un hijo noble y nervioso.

Con los años me di cuenta de todas sus cualidades,
una paciencia infinita que sale de lo común,
una dulzura esplendida para solucionar problemas
y lealtad a sus ideales que me asombran aún.

De pelo rubio y tierna mirada,
estatura media y gran carcajada.
Verla reír es todo un privilegio,
inevitable contagiarse de su risa sin freno.

Todo lo que soy es gracias a ella,
sus consejos cuando Javi no pisa su casa,
cuando algo malo me pasaba, era ella
la primera. Me escuchaba.
Siempre tenia una oportunidad.

Una madre no solo te pare,
es pilar fundamental de tu vida,
guía con sangre fría,
mi trayectoria ya conocía.

Pilar indispensable de la familia,
todo danza a su compás,
prometerla lealtad absoluta,
es mi forma de demostrar.

Costumbre que borra los "te quiero".
Se acepta como algo normal.
Cuando distancia hay por en medio,
cambio "te quiero" por "solo te se amar".

Javier Pineda,
Copyright©2017