Te Quise con Corazón de Oro relleno de Algodón

Te Quise con Corazón de Oro relleno de Algodón

Te di lo más valioso que tenía en posesión,
Mi corazón de oro relleno de algodón.

Estaba guardado para alguien especial,
Reluciente en oro listo para entregar.

Te hiciste acreedor a dicha posesión,
Y un día te entregue mi corazón de oro relleno de algodón.

Era redondo y brillante como el sol,
Pero algo liviano como el algodón.

Tú lo tomaste y te quedaste con él,
Sin darte cuenta de lo liviano que es.

Su carcaza de oro siempre relució,
Le diste los cuidados que necesito.

Sin embargo un día el corazón se cayó,
Se rompió la carcasa y salió el algodón.

Tanto algodón no parecía caber,
En pequeño molde que cuidaba de él.

Tan delgada era la capa que cubría,
Un material tan suave como las nubes mismas.

Ese algodón formaba un corazón,
Que volviste a colocar en la misma posición.

Lo quisiste como si fuera el primero,
No hiciste distinción entre ellos.

Y cuidaste del como si fuera el de oro,
Con miedo a que se cayera y rompiera.

Pero el relleno de algodón necesitaba más atención,
Necesitaba cariño y un poco de amor.

Él era suave para abrazar,
Y muy delicado para acariciar.

A pesar de que lo cuidabas con mucho amor,
Ese relleno un día se cayó.

Te pusiste nervioso al verlo caer,
Creíste que ese corazón moriría también.
Cuál fue tu sorpresa al verlo ahí,
Un poco sucio pero entero al fin.

Se te llenaron los ojos de lágrimas por un momento,
Pero te pusiste contento al verlo completo.

El corazón sintió la caída,
Pero el dolor había cesado al ver tu sonrisa.

Lo abrazaste, lo besaste y lo pusiste en su lugar,
El corazón estaba reluciente sabía que lo iban a cuidar.

Y pensaste el algodón debió cubrir al metal,
Es tan resistente que no se puede quebrar.

Hasta que un día el corazón volvió a caer,
y se dio cuenta que nadie lo iba a recoger.

Tu a lo lejos veías la caída,
Pero bien sabias que este corazón no se rompía.

Y lo dejaste caer una y otra vez,
Y el corazón de algodón empezó a sentir dolor.

Y un día de tanto llorar,
El algodón se mojó y el corazón desapareció.