CXXXI

poema de Iset

Te sujeto contra la pared con un cuchillo en tu cuello.
Estoy llorando muy agitado y empiezo a decir en voz alta,
casi gritando:
-Dime, que crees que pasará si te dejo continuar con tu vida,
crees que descubrirás la inmortalidad, crees que el final
será más noble o más romántico si desangro tu ser en este
mismo instante.
Entonces inclino mi cabeza hacia abajo mientras con mi mano
izquierda sujeto mi frente, como
si quisiera arrancar con mis dedos la solución a esta
decisión que no significa nada. Y tú estás tan tranquila,
como si no creyeras que ni la muerte puede afectar
tu ser, como si este cuchillo te fuera a liberar tanto
como la brisa de cada otoño. Yo trato de esquivar tu mirada,
pero no puedo más, quiero saber que sientes, y levanto la
mirada y fijo mis ojos en ti, mi respiración se frena,
no puedo sentir nada, todos esos odios, resentimientos
y dolores han sido inventados por mí, tú siempre has mantenido
esa mirada muda. Entonces por fin hablas:
-Ya deja de jugar, has usado tantas existencias para
demostrar que puedes dominar, entender o destruir a alguien
más que no seas tú, tal vez yo no entiendo tus motivos
pero - pausa un momento mientras me arrebata suavemente
el arma de la mano - pero creo que puedo hacerte sentir
lo que tan desesperadamente has buscado.
Ese momento fue mi fin, hubiera sido tan romántico que
me hubiera besado o haber sentido una bala
atravesando mi pecho, pero no, ella decidió terminar
con tantas alternativas corrientes y deshacerse como
si hubiera sido un sueño.

Comentarios & Opiniones

Artífice de Sueños MARS rh

¡Caramba, se le escapó un tiro de tanto miedo! Pero cuidado, resultas autor intelectual de una criminal y suicidio incluido. ¿Y acaso la vida no es sueño?
Ahora tienes una obligación pendiente, escribir de tu verdadera resurrección.
La pluma espera

Critica: 

Comenta & Vota