Oliver

He despertado
casi sin memoria de lo sucedido
luego de un sueño de sigilosa retrospectiva,
un lapsus que llena este vacío de 4 paredes
con rastros e instintos embaucadores
para creer despertar en aquella selva distante
que una vez me vio nacer en total libertad
sin tener la vacua necesidad
de interpretar a ningún deseoso personaje extravagante
que supiera como deleitar al público en general

Híbrido salvaje
de vida domesticada
usurpas todos los clichés reinantes
de esta próspera sociedad vertiginosa,
delatas el lado más vulnerable
entre risas y aplausos autónomos;
si pudieran ver lo que veo, si pudieran sentir lo que anhelo,
si pudieran corregir lo que no han podido
si pudieran escuchar todo lo que tengo que decir
si pudieran pretender ser todo lo que quieren que sea
si pudieran controlar todo instinto natural
(como corroe todo este suicidio material),
nada sería tan fácil, nada desmentiría este eco
en el silencio de la hora
porque ya he estado ahí
una y mil veces, siendo una mascota espectadora

¡Humancé, humancé, humancé!
caminante erguido
fumador empedernido,
nunca vi una mirada más humana que esa
nunca vi una cara que dijera todo y un poco más
nunca estuve tan cerca de aquella verdad,
solo has dejado un rastro autorreferente
que en el espectáculo ha quedado atrás;
soy aquel producto de la evolución que puedes controlar
«eslabón perdido» te llamaras

¡Diametral coacción, párate frente a mí
para darte mi indómito grito primitivo en la cara!,
y así nunca más tener que volver
a una distante y sardónica jaula mecánica
inclinada a la verdadera bestialidad
donde me han dicho que la ignorancia es felicidad,
dile a todos los demás
que por fin he encontrado mi animalidad
junto a la especie ignea que pronto me habrá de sanar;
¡Oliver, Oliver, Oliver!,
tu peor error fue querer ser humano y vivir en la ciudad,
junto con tu historia otro show debe continuar...