Un navegante.
poema de HMental
Unas algas se apoderaron de mi nave,
No podía escapar,
Solo me quedaba rezar.
Nos hundíamos en la deriva,
Las alucinaciones se tornaron divertidas.
Solo era cuestión de horas para dejar un mensaje en este mundo,
Que la brisa iluminé los capullos.
Hasta ese día el navegante dejo de aventurar,
La sombra de la brisa se tornó en maldad.