almost blue

hay tanto que quisiera contarte, y no puedo,
como que aún tengo el ferviente deseo
de verte muy de cerca y abrazarte,
que cada tarde al ponerse el sol empleo
los recuerdos para acercarme un poco,
tan solo un poco a esos días de idilio,
y es que hay un vacío en estas manos, en
estos ojos cansados que te buscan en los horizontes,
mi pecho no ha mermado los espacios,
los latidos punzocortantes,
las miradas laser,
escribimos por tantos años, ¿acaso un instante?,
te busca mi alma ebria y mi corazón henchido
por los rincones de cada rescoldo que dejó
la hoguera que nos fraguó tantas noches,
ya los tiempos se han hecho más lentos,
en el mundo no hay otra cosa que tacto tibio,
se fugó la pasión, se fue tras de ti
y los besos que eran tuyos siguen siendo tuyos,
no habrá más nadie quien pueda tener seda
en las manos para acariciar esos sueños
en los que dormimos,
me había negado el sol
y no por castigo pues contigo
tantas tardes de cortinas y cama tuvimos,
desgarramos el velo de la realidad,
no había más verdad que aquella
que encontrarnos en nuestra intimidad,
no había más nada,
qué gusto ir allá donde guardas la rabia y el dolor
tus historias tristes y esos dedos raros
de tus pies pequeños,
pigmea, flor del desierto, bestia en cadenas,
mi musa por excelencia,
¿será qué acaso no haya otra ocasión para nuestra danza rabiosa?,
el peso y el contrapeso de nuestras miradas
ejercían eso que los físicos llaman fuerza gravitatoria
los deseos y el sexo eran simples consecuencias de ella.
hay momentos en que te busco, te encuentro, te niego,
y sin embargo heme aquí, invocándote,
supongo que después de todo tenías razón
cuando afirmabas que levantamos fuego
un puto incendio.
y ahora
no hay flores para una despedida y canciones urgentes
sólo este grito, y el galimatías necesario para recordarte.