Luna

poema de Hank

Y ahí estaba, aquella noche fria con la vela casi en su lecho, viendo que la luna me estaba entregando su lado oscuro.

Mientras liaba mi cigarrillo y mi vaso lloraba por ser rellenado, comprendi que no hay tal lado oscuro de la luna.

Llene mi vacuo vaso y al alzarlo la luna se reflejo entre los cubos de hielo que mi trago sostenía y comprendí.