ANÓNIMO

Por qué entraste en mi vida.
Por qué invadiste mi alma.
Por qué secuestraste mis sentimientos.
Eres tú el aventurero
que con tus sensualidades
enamoraste mi ser.

Me dejé envolver en tus brazos
en noches serenas de llanto.
Cubriste mi cuerpo con tus dulces labios
violando mi alma con tus suspiros.

Celos fueron todos esos
los que demostraste,
celos sin sentido y sin valor,
que fueron culminando en molestias

¿Promesas? Fueron esas.
Las que nunca cumpliste,
las que siempre susurrabas en mi oído
y con ilusión fui creyendo.

Has fallado a mi corazón
y aún así sigo queriéndote
aquí muy dentro de mi corazón.

Te amé pero ¿tú a mí?
siempre esperé saberlo,
y escuchar de tus labios
decirme un te quiero.

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