Asediando al mar, buscando su oscuro rincón donde yacen los peces durmientes de la vida,
voy hacia tu encuentro como quien dispone de una moneda dorada.
No seré yo quien te halle.
Para otros quedará guardada tal tibieza.
Apenas un pedazo de cal entre mis dedos.
Comentarios & Opiniones
lindo, lindo esto. Bravo Guille
Muchas gracias, Mari
sos generosa
Guille