Pluma negra

De tu alma despiadada y tú mirada impermeable escribiré 100 libros y 20 poemas de desamor
Cómo cuervo en el dintel de mi puerta entraste a mi vida para recordarme, nunca más.
Clavaste el aguijón como último instinto de supervivencia llenando mi corazón de dolor. Con cada respiro exhala nunca más, nunca más, nunca más...
Intento cortarme una oreja para no escuchar nunca más, recuerdo a Van Gogh y su noche estrellada, abro las ventanas en un intento de recobrar la cordura, pero la noche es oscura.
El cuervo vuela entre la densa tiniebla emitiendo un último graznido. Intento retenerlo, pero no puedo, grito desesperada mientras acaricio la única pluma negra que dejo en su partida, mientras recuerdo que yo no soy una virgen a la que los angeles llamaron Leonora y cierro las ventanas para no abrirlas nunca más.





