Jauría

El bosque como escenario,
natural circo, bestiario,
follaje mudo testigo
del suplicio, del castigo.

La cacería está en proceso
expedita, sin receso,
hay drama en el anfiteatro,
pisa, cornea a más de cuatro.

Lucha, pelea el ciervo astado
que se defiende agotado,
crueles fieras dentelladas,
colmillos mil tarascadas.

Penetran un digno cuerpo
que se sostiene muy terco,
sus puntas rasgan el cielo,
las nubes del desconsuelo.

Dolor, venado, bramidos
de ocho canes los ladridos,
cazadores despiadados,
los ojos desorbitados.

La presa está enloquecida,
pues, se siente ya perdida,
sufre sola y a su suerte
aunque resiste la muerte.

Sangre que empieza a brotar,
todo es cuestión de esperar,
bravos perros de jauría
consuman tal fechoría.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
La Conchita, Zapotitlán, Tláhuac, México, D. F. a 10 de agosto del 2013
Dedicado al pintor, Sr. Alejandro Arámbulo
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